junio 13, 2008

Reflexión de género:

La capacidad de narrar, dice Benjamín, es de todos, pero eso que parece tan fácil, que pertenece y está al alcance de todos, hoy no se ve mucho.
En cuanto a mi experiencia tengo la dificultad de no saber, muchas veces, donde ubicarme como narrador. Es decir, me pongo en el centro de la historia o cuento la historia desde un lugar alejado o no perteneciente a la historia que estoy contando.
Considerándome narrador y trayendo la problemática que expone Benjamín, pienso si mis historias (los cuentos) están basados o apoyados en la información o tratan de contar algo inclinado, más por aquello que no requiere inmediata comprobación.
En que medida el texto, escrito, perjudica a la narración oral. Y si lo perjudica por qué ocurre eso.
Yo creo que el problema radica en la escritura, desde mi experiencia, me resulta más complejo contar una historia por medio de la escritura, creo que en la palabra hay más simpleza, el sentido es más directo.



Jaime Rest – Becket:

Aquí me vienen dos cuestiones.
Una es cómo el cuento pasó de ser un texto breve a tener mayores extensiones, quizás dejaron de ser cuentos y se transformaron en novelas. Acabando, también, con la suposición de que se leían de un tirón y sin interrupciones.
Y por otro lado, luego de leer el cuento de Becket (Bing), repreguntaba donde está el límite de la escritura, cuando se trata de cuentos. Es decir, pensando en las reglas de escritura y en lo que respecta a la coherencia de un texto. Bing es un texto que no tiene verbos, artículos, conectores. Y por otro lado la representación de la situación, el darle sentido al texto queda en la cabeza de cada lector

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